El mortero tixotrópico es un tipo de mortero especializado que se caracteriza por su capacidad para mantener su consistencia y facilitar su aplicación en superficies verticales sin deslizarse o escurrirse. Este tipo de mortero es ampliamente utilizado en la construcción y en trabajos de albañilería donde se requiere una mayor capacidad de adhesión y resistencia.
La principal característica del mortero tixotrópico es su capacidad para modificar su viscosidad en función de la carga a la que está sometido. Esto significa que cuando se aplica sobre una pared vertical, el mortero se vuelve más espeso y menos fluido, lo que evita que se deslice o caiga. Por el contrario, cuando se aplica en una superficie horizontal, el mortero se vuelve más fluido y fácil de extender.
Entre las funciones principales del mortero tixotrópico se encuentran:
– Facilitar la aplicación en superficies verticales: Gracias a su capacidad tixotrópica, este tipo de mortero es ideal para aplicaciones en paredes y techos donde se requiere una mayor adherencia y resistencia.
– Mejorar la trabajabilidad: El mortero tixotrópico es más fácil de trabajar y de extender sobre la superficie, lo que facilita su aplicación y reduce el tiempo de trabajo.
– Mayor resistencia y durabilidad: Gracias a sus propiedades especiales, el mortero tixotrópico ofrece una mayor resistencia a la compresión y a la tracción, lo que garantiza una mayor durabilidad en el tiempo.
En resumen, el mortero tixotrópico es un material de construcción versátil y muy útil en trabajos de albañilería y construcción donde se requiere una mayor capacidad de adhesión y resistencia. Su capacidad para adaptarse a diferentes tipos de superficies lo convierte en una herramienta indispensable para los profesionales del sector.