Los puentes térmicos son zonas en una estructura donde el flujo de calor es más elevado que en el resto de la misma. Esto se debe a que en estos puntos se produce una interrupción en la continuidad del aislamiento térmico, lo que provoca que el calor se transfiera más fácilmente a través de estos puntos.
Estas zonas se crean debido a diferencias en la conductividad térmica de los materiales que componen la estructura, así como a discontinuidades en el aislamiento térmico. Los puentes térmicos pueden provocar un aumento en el consumo de energía necesario para mantener la temperatura interior de un edificio, así como la formación de condensación y humedad en estas zonas, lo que puede desencadenar problemas de humedad y moho.
Existen diversos tipos de puentes térmicos, entre los que se encuentran los puentes térmicos geométricos, los puentes térmicos constructivos y los puentes térmicos lineales. Los puentes térmicos geométricos se producen cuando dos elementos de la estructura se unen formando un ángulo, lo que da lugar a una interrupción en el aislamiento térmico. Los puentes térmicos constructivos se producen en los encuentros entre distintos materiales o elementos constructivos, como por ejemplo ventanas, puertas o pilares, que interrumpen la continuidad del aislamiento. Los puentes térmicos lineales se producen a lo largo de elementos lineales de la estructura, como cimentaciones o vigas, que presentan una mayor conductividad térmica que el resto de la estructura.
Para evitar los problemas derivados de los puentes térmicos, es importante tener en cuenta su impacto durante la fase de diseño y construcción de un edificio. Es recomendable utilizar materiales con una conductividad térmica similar en las zonas cercanas a los puentes térmicos, así como garantizar una correcta unión entre los elementos constructivos para evitar interrupciones en el aislamiento térmico. Además, es importante utilizar sistemas de aislamiento eficientes y de calidad para minimizar la transferencia de calor a través de los puentes térmicos.
En resumen, los puentes térmicos son zonas en una estructura donde se produce una interrupción en el aislamiento térmico, lo que provoca una mayor transferencia de calor a través de estos puntos. Para evitar los problemas derivados de los puentes térmicos, es importante tener en cuenta su impacto durante la fase de diseño y construcción de un edificio, así como utilizar materiales y sistemas de aislamiento eficientes para minimizar la transferencia de calor en estas zonas.